El segundo punto de conflicto surgió a raíz de la decisión del Real Madrid de reservarse el derecho de admisión a los seguidores del Atlético que hubiera comprado una localidad fuera de la zona reservada para la afición visitante. Las contundentes críticas a este asunto, encabezadas por la portada de MARCA, ocasionaron que el Real Madrid cambiara su discurso y asegurase que no va a prohibir la entrada a las gradas a aficionados con camisetas rivales.