Fue el primer penalti fallado de la historia de las finales de la FA Cup. El asedio de los reds no halló fruto y el Wimbledon ganó el título, uno de los más sorprendentes de la historia de la Copa inglesa. Los londinenses aguantaron todo el partido el acoso del Liverpool, que incluyó un penalti que lanzó Aldridge y detuvo el portero y capitán de los ‘dons’, Dave Beasant. A nadie se le ocurriría tildar de fascista al Rayo Vallecano por haber tenido como presidente a Pedro Roiz Cossío, jefe provincial del Movimiento.