En la segunda y tercera década de este siglo el fútbol de lima se había vuelto popular, tanto en la extracción de los clubes y jugadores como su evolución de deporte de espectáculo, una faceta importante del creciente número de asistentes a los partidos fue la aparición de las barras, los grupos de espectadores que se juntaban para alentar a un equipo en particular. Los partidos se volvieron verdaderas fiestas con la venta de chicharrones y cerveza.