En su libro “Platón en Anfield”, Serafín Sánchez -que se confiesa madridista- habla de que los atléticos lo son por una especie de “intuición emocional”. Juan Luis Cano (la mitad de “Gomaespuma”) escogió ser del Atlético porque su padre le dijo que “las cosas buenas no empalagan”. Entre enero y marzo de 1913, se jugó la Copa Athletic Club, recordada por la calidad del juego en sus partidos, y por la incertidumbre respecto al resultado de estos.