Al final, de las cosas buenas que yo creo que hemos hecho, ha sido aprender a hablar en su frecuencia y tanto en la del técnico como en la de los jugadores, intentar entenderles, intentar ayudarles, por supuesto, exigirles. Porque él no vino por dinero, lo que quería era demostrarse a sí mismo que podía entrar en Europa después de la experiencia que tuvo en Catania que no fue bien y nosotros le dimos la oportunidad, la ha aprovechado y yo no tengo ninguna duda que ha sido una bendición para las dos partes porque los dos hemos crecido mucho.